Ya sé que dije hace unos meses que iba a abandonar este blog en favor de www.onosgmaes.com. Pero he decidido que voy a seguir manteniendo el viejo pincel, al menos un poco más.
Y para recuperar el tiempo perdido, os dejo con un relato de los Caballeros Caídos:
Hemos encontrado un planeta en guerra. Nuestra nave mixta, rebautizada como Gloria Sacra y que es nuestro hogar desde hace décadas, llego demasiado tarde. Las fuerzas de la guardia imperial, muy mermadas no pudieron hacer nada contra los orkos que invadían el planeta.
Llegamos cuando los orkos disfrutaban de su victoria saqueando todo lo que encontraban para construir sus monstruosidades mecánicas. Aterrizamos en una ciudad, en medio de un mar verde.
Enviamos a una fuerza combinada de Caballeros y Caídos. Los bólteres y cañones no pararon de tronar hasta que no quedó un solo piel verde en pié, aun así, fue demasiado tarde. No quedaba ningún ciudadano vivo. Por ese motivo dí ordenes de recoger cualquier material o equipo que pudiera sernos de utilidad y volver a embarcar.
Cuando fui a la bodega a inspeccionar el botín, ¡¡no podía creer lo que veían mis ojos!! ¡¡Un caballero imperial!! Le faltaba el brazo del cañón, pero los herreros de la disformidad de los Caídos que habían participado en la expedición se aseguraron de tomar piezas de repuesto para reparar al caballero. De hecho, estaban trabajando en ello en ese mismo momento.
Cuando terminaron las reparaciones, no podía creer la aberración que habían hecho, habían colocado tanto las armas de un caballero andante como las de un caballero paladín en el mismo brazo... Si los tecnosacerdotes de Marte lo viesen, montarían en cólera y con razón!!, Pero no lo verían, ya no necesitamos la aprobación del Dios Máquina, y seguro que en combate resultaría muy útil...
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