Pero he conseguido sacar algo a la semana para una partida de rol de Ánima, que narra un amigo, y aquí os dejo el trasfondo de mi personaje.
Espero que os guste!!
BRUX, EL FEO, EL FRÍO, EL CABALLERO DEL DRAGÓN NEGRO
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Bienhallados señores, siéntense en torno a la mesa,
ordenen a la tabernera pechugona una cerveza para mi reseca garganta y les
obsequiaré con la historia de Brux, el frío.
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Nuestra historia comienza cuando Brux tenía 8 años, a
esa tierna edad pasó por su pueblo Eldreth, un caballero de la Orden del Dragón
Plateado, o eso era lo que él decía, el caballero convenció a los padres de
Brux para llevárselo como escudero, ya que había perdido al anterior y le daría
al niño una vida digna.
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Las tareas de Brux eran dar de comer al caballo, hacer
la comida y recibir palizas del caballero. Cuando estaban en alguna ciudad,
recibía algo de instrucción militar por parte de Eldreth, siempre y cuando
hubiese alguien delante a quien Eldreth quisiera impresionar, pero en el camino
tenía prohibido hablar.
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¿Pero como es posible?, esa vaca de la tabernera me ha
traído una jarra vacía. Me temo que mi vieja y reseca garganta no aguante el
resto de la historia. Si fuesen tan amables de pedirle a la muchacha, que
parece más avispada, una nueva jarra, podría continuar.
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Mi garganta lo agradece, muchas gracias caballeros,
ahora sigamos con la historia.
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A Eldreth le gustaba desaparecer, siempre acompañado de
alguna doncella, entre las tabernas, dejando a Brux desamparado por las noches.
Y solo lo buscaba al medio día por si había mendigado algo, poder partirle la
cara y quedarse lo que hubiese sacado. Entonces llegaba el día de partir y
volver a los caminos.
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Por cierto, ¿he mencionado que a Eldreth le gustaba
pegarle a Brux? ese es el motivo de su fealdad, ¡¡o eso dicen los bardos!!
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Hablando de bardos, en las ciudades, cuando el
caballero desaparecía, Brux buscaba algo que echarse a la panza, y después se
ocupaba de encontrar un bardo y escuchar las historias sobre los nobles
caballeros y sus gestas. Brux no paraba de preguntarse en que se parecían los caballeros
de las historias a Eldreth.
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Tras 4 años de esta miserable vida, todo cambió para el
que sería conocido como Brux el frío, o el feo. Mientras dormían acampados al
lado del camino, Brux se levantó, tomó la espada de su maestro y le cortó la
garganta. Mientras Eldreth gorgoteaba agónicamente, Brux se puso la armadura,
se ciñó la vaina de la espada y tomó el escudo, ensilló el caballo y antes de
partir miró a Eldreth a los ojos y le dijo: “Tú has sido un farsante, yo seré
un caballero”.
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Tras esto… Amigos, parece que mi jarra de cerveza se ha
vaciado, que curioso, hace un momento estaba llena, ¿seríais tan amables de
pedirme otra para que pueda continuar contando la historia?
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¡Muchas gracias! ¡Muchas gracias! Así está mucho mejor,
a ver, ¿por dónde iba? A sí, tras la trágica muerte de Eldreth, Brux, el joven
Brux de 12 años, con una armadura que le quedaba grande, una espada que apenas
sabía usar y la cara deformada a base de bofetones, se puso el sobrenombre de
Caballero del Dragón Negro, en contra partida de Eldreth que decía pertenecer a
la Orden del Dragón Plateado, y fue de aldea en aldea realizando los trabajos y
labores que nadie más haría, a cambio de algo de comida y alojamiento o unas pocas
monedas.
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Con el tiempo, tiñó su armadura de negro, que por
cierto, cada vez le quedaba mejor conforme iba creciendo. Aprendió a usar la espada
y el escudo y a falta del código de honor que nadie le enseñó, desarrollo una
gran fidelidad por aquel que contratase sus servicios, claro que este tipo de
fidelidad termina cuando alguien ofrece más, ¿o no?
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Sea como fuere, se me ha vuelto a terminar la cerveza.
Estoy seguro de que unos apuestos caballeros como vuestras mercedes no dejarían
que un pobre viejo pase sed, ¿verdad?
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Bien, ¿qué estaba diciendo?, les recomiendo que no
lleguen a viejos, la memoria juega malas pasadas… ¡ah, sí! Estábamos con la
época de mercenario de Brux, en esa época se ganó a pulso el sobrenombre del
frío, ninguna tarea era demasiado desagradable para él. Pretendía ser un
caballero pero solo era un mercenario.
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Un buen día se encontró a unos tipos que iban a quemar
a miembros de la inquisición, él iba de paso, pero le contrataron y según
cuentan, ese fue el mayor cambio en la vida de Brux, parece que desarrolló
cierto vínculo con esas personas y el honor del caballero empezó a florecer en
él.
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Señores, esta solo es la primera parte de la historia
de Brux, el frío, pero debo retirarme ya. Mis viejos huesos duelen y la taberna
no para de dar vueltas. Espero encontraros mañana aquí, si es que quieren saber
cómo continúa la historia de Brux, el feo, el frío, el caballero del dragón
negro. Tengan una buena noche.
FIN.
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